La depresión. Síntomas y descripción.

Publicado Por: Aday Rodriguez

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por provocar un desorden en las emociones, que produce infelicidad y culpabilidad además de incapacidad para poder disfrutar de los acontecimientos de la vida cotidiana.

Los signos de la depresión son los siguientes:

. Falta de autoestima.
. Irritabilidad.
. Ganas de llorar frecuentemente.
. Tristeza.
. Pesimismo.
. Sentimientos de culpabilidad.
. Autoreproches. y autorecriminación.
. Pérdida de confianza en uno mismo, sentimiento de incapacidad para hacer las cosas .
. Cambio de hábitos y horarios.
. El apetito puede aumentar o disminuir.
. Falta de energía, cansancio.
. Falta de reactividad, indiferencia.
. Falta de interés por la apariencia, descuido en la higiene personal.
. Pensamientos recurrentes en torno a la muerte y el suicidio.
. Disminuye la capacidad de disfrute, pérdida del placer, abandono de los hobbies o aficiones.
. Incapacidad para tomar decisiones.
. Nerviosismo.
. Aburrimiento.
. Insomnio o hipersomnia.

La depresión no sólo afecta mental y psicológicamente sino que puede hacer que uno presente los siguientes síntomas físicos:

. Dolores constantes de cabeza.
. Mareos, vértigos, desmayos, calambres, hormigueos.
. Vista borrosa.
. Incremento de la frecuencia cardíaca.
. Opresión y/o dolor en el pecho.
. Sequedad bucal.
. Sensación de atragantamiento.
. Náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea.
. Dolor muscular.

. La depresión es un fenómeno complejo en cuyo origen y desarrollo intervienen múltiples factores de tipo genético, biológico y psicosocial.
. La depresión es una enfermedad muy frecuente llegando a afectar al 10% de la población, siendo el doble de frecuente en mujeres que en hombres.
. La depresión se puede presentar en cualquier edad, desde la niñez o la adolescencia hasta las edades más avanzadas.
. En torno a la mitad de las personas que padecen depresión experimenta más de un episodio a lo largo de su vida.
. El diagnóstico de la depresión es exclusivamente clínico, basado en la entrevista con el paciente y sus familiares.

. El inicio de la depresión suele ser insidioso y progresivo. El curso de la depresión es variable, pero en casos de depresión moderada o severa, si no se trata, la tendencia de los síntomas es a permanecer.
. Si la respuesta al tratamiento es adecuada, puede esperarse una mejoría progresiva a lo largo de varias semanas o meses.
. Para prevenir recaídas y recurrencias se debe continuar el tratamiento durante períodos de tiempo largos, aún cuando el paciente ya está bien.
. La depresión puede coexistir con otros trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos de ansiedad.
. La presencia de enfermedades crónicas facilita la aparición de depresión.
. La depresión puede afectar profundamente al funcionamiento del paciente en el ámbito familiar, social y laboral.
. Al paciente deprimido no se le puede exigir lo que no es capaz de hacer, pero debe animársele a llegar hasta donde pueda llegar.
. Deprimirse no forma parte natural ni es una característica propia del envejecimiento.
. Los síntomas de la depresión en el anciano son, en general los mismos que se manifiestan en otras edades de la vida, aunque en algunos casos pueden ser más difíciles de detectar y valorar.


. En la actualidad disponemos de un amplio número de estrategias terapéuticas eficaces en el trastorno de la depresión.
. Los fármacos antidepresivos actúan sobre distintos neurotransmisores.
. Los antidepresivos se agrupan en diferentes subtipos según su mecanismo de acción y los mecanismos sobre los que actúan.
. Los nuevos antidepresivos son fármacos eficaces y seguros y presentan muy pocas interacciones con otros fármacos.
. El objetivo del tratamiento de la depresión es conseguir que el paciente consiga la remisión.
. Los antidepresivos presentan un período de latencia que oscila entre 2 y 4 semanas.
. En su mayoría, los efectos adversos relacionados con el tratamiento antidepresivo son leves y transitorios.
. Los antidepresivos no producen adicción o dependencia.
. La retirada o suspensión del fármaco debe realizarse de forma progresiva.
. La retirada brusca del fármaco puede dar lugar al síndrome de discontinuación caracterizado por dolor de cabeza, mareo, náuseas, diarrea, inquietud.
. El tratamiento psicofarmacológico puede combinarse con la psicoterapia.

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