La persona con síndrome de Asperger muestra dificultades, de intensidad variable, en la interacción social y en la comunicación, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos manifiesta estereotipias, que son movimientos, posturas o voces repetitivas o ritualizadas sin un fin determinado.
Aunque la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana, muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo, cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un papel más central en la vida de la persona.
Los niños muestran una mayor predisposición que las niñas a padecer el síndrome. El trastorno de ansiedad y la depresión son las dos enfermedades que más comúnmente se dan a la vez que el síndrome de Asperger. Los niños son más proclives a presentar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
En la gran mayoría de las personas con Síndrome de Asperger el coeficiente intelectual es normal. Presentan ciertos estilos de procesamiento cognitivo alternativos muy particulares y muestran la capacidad de observar y señalar detalles que escapan a la mayoría de las personas.
Las personas con síndrome de Asperger tienen una especie de "ceguera emocional", les cuesta reconocer los gestos o cualquier otro matiz de comunicación no verbal, son incapaces de "leer entre líneas" o de entender el sentido figurado. Encuentran abrumador el contacto visual y con frecuencia lo evitan.
En términos generales se sienten atraídos por el orden y la clasificación de las cosas. A menudo manifiestan gran concentración, una actitud perfeccionista y una memoria tenaz.
Las dificultades para interpretar la comunicación no verbal pueden llevar a conflictos. el niño o adolescente con síndrome de Asperger con frecuencia se siente confundido porque no puede comprender en qué se equivocó o por qué razón es rechazado por los demás.
El síndrome de Asperger se manifiesta de forma diferente en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, alteraciones de los patrones de comunicación verbal y no verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y conductual, dificultades para la abstracción de conceptos, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación y dificultades en las interpretación de las emociones ajenas y propias.
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