La dependencia emocional

Publicado Por: Aday Rodriguez

La dependencia emocional puede manifestarse en las relaciones de pareja, familia o amistad.  La persona dependiente idealiza al otro y tiene relaciones que se caracterizan por ser inestables, destructivas y marcadas por un fuerte desequilibrio.

LOS DEPENDIENTES EMOCIONALES TIENEN UNA NECESIDAD EXCESIVA DE AFECTO Y TRATARÁN DE CONSEGUIRLO A LO LARGO DE SUS DIFERENTES RELACIONES DE PAREJA.

Son frecuentes el autoengaño y la negación de información que le proporciona su entorno.  Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les causa, se sienten incapaces de dejarla afectando de forma negativa su autoestima y a su salud física y/o mental.

De forma progresiva las relaciones destructivas se van fortaleciendo de modo que le resulta cada vez más difícil salir de ellas.

El vínculo afectivo que el dependiente reproduce en sus relaciones de pareja es el de tipo ansioso-ambivalente, caracterizado por una marcada inseguridad y ansiedad ante la separación.

Es preciso distinguir la dependencia de la CODEPENDENCIA EMOCIONAL. Los codependientes emocionales son personas con gran necesidad de agradar. Suelen elegir como su pareja a personas con problemas o débiles en algún sentido. Tienen una excesiva necesidad de garantizar el bienestar de su pareja, asumiendo sus problemas y tratando de resolverlos. Anteponen el cuidado del otro a sus propias necesidades produciendo a la larga malestar y resentimiento.

CARACTERÍSTICAS DEL DEPENDIENTE EMOCIONAL:

- Baja autoestima, la cual se ve deteriorada en la relación de pareja.

Miedo a la soledad, les produce malestar e incluso ansiedad. No conciben la vida sin alguien a su lado. No les gusta la idea de estar a solas consigo mismos.
Presenta sentimientos negativos como culpa, preocupaciones y sensación de vacío que sólo pueden llenar con la presencia de su pareja.
Dedican su tiempo y energía a su pareja llegando a descuidar otros aspectos de su vida como familiares y amigos.
Autoanulación, renuncian a ser ellos mismos con el fin de agradar a su pareja.
Deseos de exclusividad, no dudan en aislarse del resto del mundo para pasar más tiempo con su pareja.


EL PERFIL DE LA PAREJA a la que se vincula el dependiente emocional es el siguiente:

Autoestima elevada, se sobrevaloran a sí mismos, son egocéntricos, soberbios y arrogantes. Es frecuente que padezcan el trastorno narcisista de la personalidad caracterizado por una exageración patológica de la autoestima e infravaloración de los demás
Rol dominante: Se muestran fríos, distantes y con escaso interés hacia la pareja.
Muestran poco afecto a su pareja pudiendo ser manipuladores, mentirosos y posesivos.
Tienen un cierto encanto, son personas ingeniosas y con sentido del humor.


FASES DE LA RELACIÓN:

INICIO: Sienten una alegría e ilusión desmedida.
SUMISIÓN: Se someten a su pareja como forma de preservar la relación y evitar así la temida ruptura.
DETERIORO: Al mismo tiempo que baja su autoestima, aumenta su necesidad extrema de afecto.
RUPTURA: Lo más frecuente es que la iniciativa la tome la pareja del dependiente. El dependiente tratará de reanudar la relación, en esta fase suele acudir a terapia.
CONCATENACIÓN DE RELACIONES INTRASCENDENTES QUE SIRVEN PARA PALIAR SU SOLEDAD. Encadenará este tipo de relaciones hasta que encuentra alguien de su perfil de pareja frío, hostil y distante.

REINICIO: En cuanto el dependiente encuentre a una persona que se ajuste al perfil que busca se inicia el ciclo de nuevo con la consiguiente sumisión e idealización.

SÍNTOMAS QUE SE EXPERIMENTAN CON EL FIN DE LA RELACIÓN EL DEPENDIENTE:

Pensamientos obsesivos recordando los momentos buenos de la relación, olvidando los momentos tormentosos.
Fuerte y compulsiva necesidad de tener contacto con la ex-pareja.
Angustia, desesperación, ansiedad.
Constante ganas de llorar, tristeza e incluso depresión.
Múltiples intentos de retomar la relación, aunque suponga atentar contra su propia dignidad.
Dificultad para conciliar el sueño.

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