EL INSOMNIO
El insomnio se define como dificultad para conciliar o mantener el sueño. Se divide en insomnio agudo si dura menos de 4 semanas, subagudo si dura entre 4 semanas y 6 meses y crónico si dura más de seis meses.
La queja más frecuente asociada al insomnio es la somnolencia diurna, la baja capacidad de concentración y la incapacidad para sentirse activo durante el día.
El insomnio puede deberse a muchas causas, entre ellas el estrés, la ansiedad y la depresión.
TRATAMIENTOS
En el tratamiento del insomnio, las intervenciones terapéuticas utilizadas podrían clasificarse en:
- Medidas de higiene del sueño.
- Intervenciones psicológicas.
- Intervenciones farmacológicas.
HIGIENE DEL SUEÑO
Las medidas fundamentales de higiene del sueño centradas en el insomnio son las siguientes:
- Irse a la cama sólo cuando se tenga sueño.
- Levantarse todos los días, incluidos los fines de semana a la misma hora.
- Evitar quedarse en la cama despierto más tiempo del necesario.
- Evitar las siestas.
- Reducir o evitar el consumo de alcohol y cafeína.
- Evitar comidas copiosas antes de acostarse.
- Evitar actividades estresantes en las horas previas a acostarse.
INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS
Entre las intervenciones psicológicas se encuentran la terapia cognitiva-conductual, que utiliza las siguientes técnicas:
- Relajación y respiración: Entrenamiento en relajación progresiva y control de la respiración a través de la relajación muscular progresiva, la respiración diafragmática o abdominal, la relajación en imaginación dirigida y el biofeedback.
- Reestructuración cognitiva: Se ayuda a los pacientes a desarrollar la capacidad de identificar las cogniciones desadaptativas, contrastarlas con la realidad y desactivarlas generando pensamientos racionales propios.
A largo plazo puede utilizarse para vencer todas las preocupaciones referidas al sueño y eliminar la ansiedad asociada con la mala calidad y cantidad del sueño o la incapacidad de dormirse.
- Intención paradójica: Se asume que una parte muy importante del problema de sueño son los intentos por tratar de resolverlo y la ansiedad que produce el fracaso por controlar el sueño.
INTERVENCIONES FARMACOLÓGICAS
Los hipnóticos usados en la actualidad para el tratamiento del insomnio pertenecen a dos grandes grupos: Benzodiacepínicos y no-benzodiacepínicos.
Las benzodiacepinas producen la relajación física y mental por lo que disminuyen el tiempo de latencia del sueño y el número de despertares nocturnos a la vez que aumentan el tiempo total y la calidad del sueño.
Los hipnóticos no benzodiacepínicos producen una mejoría significativa en el tratamiento del insomnio crónico en adultos y son tan eficaces como las benzodiacepinas.
Otros fármacos que pueden ser utilizados en el tratamiento del insomnio son los siguientes antidepresivos:
- La Trazodona mejora la calidad del sueño y disminuye el número de despertares nocturnos.
- La Amitriptilina y la Mirtazapina son eficaces en los pacientes con depresión e insomnio.
Otros tratamientos:
La Melatonina es una hormona natural producida por la glándula pineal. Su secreción nocturna y su supresión durante el día por efecto de la luz solar regula el ritmo circadiano de sueño-vigilia.
La secreción de melatonina disminuye con la edad y puede contribuir de forma parcial en la etiología de los trastornos del sueño de las personas mayores. La melatonina provoca un acortamiento de la latencia del sueño.