LA DEPRESIÓN

La depresión es un trastorno del estado de ánimo muy frecuente caracterizado por la tristeza profunda, la pérdida de interés y la pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas.

Es un fenómeno complejo en cuyo origen y desarrollo intervienen múltiples factores de tipo genético, biológico y psicosocial.  Es una enfermedad que puede llegar a afectar al 10% de la población, siendo el doble de frecuente en mujeres que en hombres.

Se puede presentar en cualquier edad, desde la niñez o la adolescencia hasta las edades más avanzadas. En torno a la mitad de las personas que padecen depresión experimenta más de un episodio a lo largo de su vida.

El diagnóstico de la depresión es exclusivamente clínico, basado en la entrevista con el paciente y sus familiares.

La depresión puede afectar profundamente al funcionamiento del paciente en el ámbito familiar, social y laboral.  Además, puede coexistir con otros trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos de ansiedad.

SÍNTOMAS

Los síntomas de la depresión son los siguientes:

- Falta de autoestima.

- Irritabilidad.

- Ganas de llorar frecuentemente.

- Tristeza.

- Pesimismo.

- Sentimientos de culpabilidad.

- Pérdida de confianza en uno mismo, sentimiento de incapacidad para hacer las cosas.

- Cambio de hábitos y horarios, abandono de los hobbies o aficiones.

- El apetito puede aumentar o disminuir.

- Falta de energía, cansancio.

- Pensamientos recurrentes en torno a la muerte y el suicidio.

- Incapacidad para tomar decisiones.

- Nerviosismo.

- Insomnio o hipersomnia.

La depresión no sólo afecta mental y psicológicamente sino que puede hacer que uno presente los siguientes síntomas físicos:

- Dolores constantes de cabeza.

- Mareos, vértigos, desmayos, calambres, hormigueos.

- Vista borrosa.

- Incremento de la frecuencia cardíaca.

- Opresión y/o dolor en el pecho.

- Sequedad bucal.

- Sensación de atragantamiento.

- Náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea.

- Dolor muscular.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

El inicio de la depresión suele ser insidioso y progresivo. El curso de la depresión es variable, pero en casos de depresión moderada o severa, si no se trata, la tendencia de los síntomas es a permanecer.

Si la respuesta al tratamiento es adecuada, puede esperarse una mejoría progresiva a lo largo de varias semanas o meses.

Para prevenir recaídas y recurrencias se debe continuar el tratamiento durante períodos de tiempo largos, aún cuando el paciente ya está bien.

El tratamiento psicofarmacológico puede combinarse con la psicoterapia alcanzando así unos resultados óptimos.

ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS

En la actualidad disponemos de un amplio número de estrategias terapéuticas eficaces en el trastorno de la depresión:

- Los antidepresivos se agrupan en diferentes subtipos según su mecanismo de acción y los neurotransmisores sobre los que actúan.

- Los nuevos antidepresivos son fármacos eficaces y seguros y presentan muy pocas interacciones con otros fármacos.

- El objetivo del tratamiento de la depresión es conseguir que el paciente consiga la remisión.

- Los antidepresivos presentan un período de latencia que oscila entre 2 y 4 semanas.

- En su mayoría, los efectos adversos relacionados con el tratamiento antidepresivo son leves y transitorios.

- Los antidepresivos no producen adicción o dependencia.

- La retirada o suspensión del fármaco debe realizarse de forma progresiva.

- La retirada brusca del fármaco puede dar lugar al síndrome de discontinuación caracterizado por dolor de cabeza, mareo, náuseas, diarrea, inquietud.

TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO

El tratamiento psicoterapéutico sobre el que más estudios se ha hecho y que ha mostrado su eficacia ha sido el tratamiento cognitivo conductual.

La terapia cognitivo conductual (TCC) se caracteriza por ser un tratamiento estructurado, centrado en el presente, de duración limitada y que enseña a los pacientes cómo resolver sus problemas.

La TCC ayuda al paciente deprimido a cambiar su forma de pensar, a mejorar su estado de ánimo y a modificar su conducta.

El paciente durante la terapia aprende a observar, identificar y registrar sus pensamientos, sus sentimientos y sus conductas.  Asimismo podrá comprender la relación existente entre pensamiento, sentimiento y conducta.

Por otra parte es muy importante que el paciente recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes de la depresión.  Al paciente se le programan sus actividades y se le asignan tareas de forma gradual.

El paciente deprimido manifiesta no tener fuerzas para hacer nada y manifiesta que cuando se cure de la depresión, saldrá de nuevo  y volverá a hacer las cosas que dejó de hacer.

Se trata de plantearle lo contrario, cuando uno recupera cierta actividad, encontrará refuerzos en su familia y allegados que le hará sentir bien y con más ganas de seguir.

Al paciente se le enseña a mantener una conducta asertiva que incluye:

- La capacidad de decir “no”.

- La capacidad de pedir favores.

- La capacidad de expresar sentimientos positivos y negativos.

- La capacidad de iniciar, continuar y terminar conversaciones.